sábado, 9 de abril de 2011

88*

Cuando hablo sola mi gata me avisa con una mordida en la rodilla, no me duele. Todas las películas son buenas, todos los libros son buenos, perdí el criterio junto con vos, no me molesta. No me jode no comer hace tres días, perder las tetas, el culo, la gracia, parecer un pibe. Ya no me molesta mi naríz, mi cabeza enorme ni las 12 horas de silencio por día. A la gente feliz ni la veo, el mate lavado, cambiar las piedritas, la bañadera llena de moho no son problemas, no poder cantar bossa nova, vamos, todo no se puede, la gastroenteritis crónica, qué sé yo, lo crónico es constancia, acostumbramiento, no me molesta.
Acá encerrada es lo que es, no sólo no me molesta, comienza a gustarme.
Llegar a casa y que estés sería tan lindo, significaría haber salido en principio y que nunca te hayas ido para seguir, pero ya ni me molesta. Quedar mal, abrir al revés la caja de fósforos, coger sin chapar, está todo bien.

Pero no soporto estar tranquila.
Estar tranquila no es vida, descansar en paz es estar muerta.
Dame caos que me aburro.

LLDM-MP

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