lunes, 25 de noviembre de 2013

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Siempre voy a creer que la demostración más grande de amor de una persona hacia otra, una vez ya agotados todos los recursos para sonreír a su lado y no se es correspondido, bajo todos los conceptos en los que el amor se puede expresar, es ya no hacer nada, y dejarla ir.
Y hallar siempre el consuelo en que se es valiente y se es fuerte, que se tiene el corazón grande y que todo pasa por algo, que la efimeridad se encuentra en cada cosa, que nada permanece sino el cambio constante. 
Y me sorprendo de mí misma al decir estas palabras, mi propia Mujer Maravilla, la chica de las mil oportunidades, la que no baja los brazos. Puedo sostener mi mano con mi otra mano, puedo abrazar mi cuerpo con mis propios brazos, puedo socorrer al corazón con la cabeza y a la cabeza con un poco de música. 
Pero cómo se logra mantener el alma en pie? Si necesito mis dos piernas para apoyarme, entera, completa. Puedo unir la fuerza de ambas para caminar hacia adelante, pero vuelvo a ser impar. 
Prefiero sentarme y esperar. Mirar al cielo y respirar hondo.
Sonreír. Descansar.
Ser felíz porque sí, porque en la simpleza más grande, tengo la capacidad de encontrar la belleza.
Tranquila, relajate. Todo llega.



martes, 29 de octubre de 2013

El cielo oscureció de golpe, todo se hizo un poco más frío... y yo me quedo pensando e intentando recordar qué hacía un día como hoy hace una semana. Todo era diferente.
Quizás se siente todo un poco más vacío desde ese día.
A veces siento ganas de volver a buscar su número y decirle "hola, sigo acá, y te extraño, podemos intentarlo", pero luego recuerdo sus palabras y me convenzo de que no, ya me apartó de su camino y sólo soy otro capítulo cerrado que forma parte de un gran libro.
A veces la ilusión inunda mi día y espero sus palabras al frente de una pantallita diciendo "hola, sigo acá, y te extraño, podemos intentarlo", pero no. Vuelvo a convencerme de que no es su deseo y que así está bien, incluso mejor que un día como hoy hace una semana.
Los truenos suenan de a poco más fuerte y recuerdo el invierno que pasé a su lado, lo sigo viendo ahí, su primer sonrisa, su primer abrazo y automáticamente recuerdo el último y todo se hace tan difícil... e incluso me enojo y me dan ganas de decirle "Por qué no me escribís? Te estoy esperando todavía, por qué tardás tanto?", pero no puedo, soltó mi mano y quedé con el brazo extendido hacia su espalda (y aún lo extraño).
Ya llueve, llueve y lo siento lejos. Qué hago con estas ganas de abrazarlo? Cortázar nuevamente tuvo razón:
"Esta ternura y estas manos libres, ¿a quién darlas bajo el viento?" 


domingo, 30 de junio de 2013

×

No sé por qué, pero acá estoy nuevamente al frente de una puerta abierta, de su puerta y de sus ojos, mostrándole todo lo que soy, enseñándole mis cicatrices que cerraron junto con otras puertas, pero que a veces aún duelen al verlas, explicándole mis miedos y mis ganas de volver a ser yo misma, y él sólo calla.
Ahí está él extendiendo su mano, abrazando la mía y de repente, silencio. Un silencio en el que sobran palabras, en el que su mirada habla por él y su sonrisa pasa a ser mi imagen favorita del momento. 
Su sonrisa (qué hermoso el silencio y poder ver su sonrisa).
Y no comprendo cómo ni por qué, ni desde cuándo, pero quiero sostener su mano también, quiero recordar qué se siente una caricia, entregar el corazón en un beso, sentir paz en un abrazo. Y él sólo sonríe.
Lentamente se acerca a mí, y aprieta mi cuerpo contra su pecho y siento ganas de quedarme ahí por siempre, enredada entre sus brazos, sin miedo ya, dejándolo pasar, ganas de permanecer en ese momento y que no se convierta en recuerdo, ganas de que permanezca estático, inmóvil en el tiempo. 
Y ahí estaba con la luz dándole a la cara, sonriendo desde el otro lado (gracias luz por dejarme verlo así), y su sonrisa llenó todo. Como dijo Cortázar, duraba más que la noche.

Desde el otro lado de nuestro lugar, él me mira.  Y desde este lugar me encuentro sonriendo por su mirada y por cómo todo está cargado de eso que no sé explicar, pero que se siente tan bien, tan adecuado, tan justo. Y de vez en cuando, me habla, luchando contra mis miedos con cada palabra (y venciéndolos), juntando sus manos y pausado, mirando hacia el suelo... y me pierdo en él, y en sus palabras, y en sus silencios, en sus movimientos deseando que nunca se vaya, que se quede ahí, así.
El frío lo llena todo y encuentro a mi abrigo en su cuerpo. Me acuesto a su lado y de repente me parece maravillosa la forma en la que su cuerpo encaja con el mío, nada me falta y nada me sobra... recorro su cara con mis dedos y nada me parece más hermoso... y decido dejar mi miedo de lado, dejar de pensar, dejarme sentirlo, dejar que me sienta y sin querer a veces me encuentro espiando por sobre el almohadón... veo que él sigue ahí mientras en mi cabeza resuena su voz diciendo "yo estoy acá". 
Tranquilidad. Él sonríe, no necesito nada más.
Me abraza por la cintura buscando mi mano, yo queriendo que la encuentre, y en mi oído empieza a sonar la música más linda que escuché en mucho tiempo, su voz... y quisiera que nada acabe.
Su cabeza en mi pecho, sus manos en mi pelo, mis dedos en su espalda, recorriéndola mientras sus ojos se cerraban, el silencio. Escuchar su respiración entre tantos ruidos de allá afuera. 
Me encuentro otra vez agradeciéndole a la luz por dejarme verlo así. Tan tranquilo, tan sencillo. Tan hermoso.
...y quisiera que nada acabe.


lunes, 8 de abril de 2013

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hola fede , estoy pensando en vos ... tengo el corazón un poco roto , vení a curarlo , decime que todo va a estar bien , que el dolor ayuda a crecer . 
hoy después de muchos años encontré un vídeo nuestro , volví a escuchar tu risa ... fue un momento muy extraño para mí , juraba que la había olvidado ... pero te escuché y fue como revivir ese 7 de julio , estabas acá conmigo y sin querer , no sé por qué , me di vuelta esperando verte ahí sentado con tu taza de café y no , claramente no estabas .
me detuve aproximadamente diez minutos en un cuadro de ese video , me abrazabas , mi cabeza llegaba exactamente hasta tus hombros y yo cerraba los ojos . creo que podría llegar a darlo todo por volver a abrazarte así , aunque haya pasado el tiempo tu vacío sigue acá y vuelvo a ponerle play al video cerrando los ojos para volver a escuchar tu risa .
y le pongo play de nuevo y se me caen algunas lágrimas y de nuevo , y de nuevo .
y sigo escuchando sin querer abrir los ojos , es casi como si siguieras acá , pidiéndome un café , intentando enseñarme a tocar la guitarra , 'tenés los dedos muy cortitos , pegate palitos de helados' ... y tu risa .
(hombrecito ... me gusta oír tu risa)
hola fede , me escuchás ? hoy te necesito mucho . mirame , me caí y me cuesta levantarme . abrazame .
hoy te escuché después de casi 4 largos años y el llanto fue instantáneo .
estoy deseando que nunca te hubieras ido , que ese día te hubieras quedado un ratito más , haberte hecho otro café con más ganas que nunca , haberte abrazo un poquito más fuerte  .
hoy te necesito más que nunca , quisiera que fuera 7 de julio para siempre , todos los días .