lunes, 28 de noviembre de 2011

Necesidad inmediata de vomitar palabras.
Hola mundo, acá Guadalupe a las 06:20 A.M. con muchos problemas de confianza.
Confianza conmigo, con él, con ellos, con los que fueron, con los que están, con lo que pueda ser.
La vida me puso en cuenta regresiva y estoy impaciente, no puedo dormir, no puedo estudiar, no puedo juntarme con amigos, no puedo escribir mensajes sin pensarlo una trillonada de veces, menos llamar a las personas. 
¿Qué tendrá que ver esto con la confianza? Que creo que estoy alejándome de la gente a propósito, estoy buscando no confiar en nadie a propósito (como si mi vida no tuviera suficiente drama ya), no quiero tener a nadie cerca sabiendo que después tengo que perderlos. 
Pero al mismo tiempo los quiero más cerca que nunca. Ok, todos sabemos que estoy un poco loca, y... la verdad? Nunca más que ahora.
Pensar en positivo. Positivo. Pensar... PENSAR. No, no ayuda para nada. ¿Guadalupe piensa? No, Guadalupe siente. Guadalupe le enseña a la gente a vivir para sentir y no para pensar.
¿Por qué me contradigo así?
Siempre lo digo: Vamos que la vida es una fiesta, que Riquelme está felíz, que las penas duran poco y que según Celia Cruz todo esto es un carnaval.
(Qué patético intentar darme ánimos yo sola mientras todos duermen de lo borrachos que están).
Quisiera... no sé, quisiera tantas cosas. Quisiera tener un corazón menos roto, un poco más de ganas de pelear, una palma en mi hombro que me haga sentir acompañada, una mirada que me transmita paz, una sonrisa que me alegre el día, un abrazo que me haga sentir inmensa, un beso que me haga sentir chiquitita, una voz que me calme y que me diga que todo va a estar bien... creo que en este momento daría un mundo y tres soles por dormirme y despertarme con un llamado de ese chico que marcó mi antes y mi después, que hace que la lluvia sea más bonita, que me salva todos los días sin que él lo sepa, como si fuera mi héroe personal. Lo necesito tanto.
Necesito que alguien me recuerde quién soy, cuánto valgo, qué significo... porque yo ya no me encuentro, me olvidé de quién era y todo lo que consigo son dolores en el pecho cada vez más fuertes.
Necesito volver a creer en algo... 
necesito no sentirme tan sola.


Quisiera que mi última primavera  no fuera tan triste *

viernes, 25 de noviembre de 2011

§

Levantarse con cara de pudrición de la vida misma, no poder abrir los ojos porque el sol está demasiado fuerte. Detesto que haga tanto calor, me siento una babosa, pegoteada, sin ganas de moverme. Un bicho.
No corre el aire, no fluye, demasiada quietud en el ambiente y para moverse hay que traspasar una capa espesa de espacio X.
Oh por Dios, creo que estoy envejeciendo. Guadalupe se queja de todo.
Y a todo esto estoy pensando en que el cielo se ve muy bonito de color violeta, quiero que llueva.
Quiero que llueva como una noche a principios de Noviembre. Pero hasta la lluvia es distinta si no es con él.
Cosas que marcan un antes y un después en tu vida, cosas tontas pero que valen tanto.
Definitivamente hubo un antes y un después desde el 3 de Noviembre.
Y de golpe me doy cuenta que el día no apesta tanto como creo, recordar a veces hace bien. Recordarlo a él sobre todo, recordar lo linda que se veía mi mano sobre su pecho, o la inmensidad de cosas que logré sentir cuando me acariciaba el pelo.
Creo que tiene algo que ver con eso de que al ver una sonrisa el mundo desaparece y ya no importa nada más... eso es lo que me pasa con él.
Pero qué pasa ahora? Creo que estoy cambiando un poco, de a poco.
Estoy o estamos? 
No sé la verdad, tampoco quiero averiguarlo.
El día empezó a apestar de nuevo.

domingo, 20 de noviembre de 2011

ƒ

Había escrito algo muy largo, Ctrl + E + Supr.
Decidí hacer lo mismo con todo lo malo que me pasa.
Quedarme con lo bueno, dejarme abrazar, darme otra oportunidad.
Tengo quien me ama, tengo a quien amar,
tengo amigos que me llenan el alma.
Para los sentimientos grandes siempre hay palabras cortas.
Alguien me dijo que fuera optimista hace poco,
hace dos años me pidieron que sea valiente y fuerte.
Maquillaje corrido, cigarrillos y una cara en el espejo
que me dice que solía ser mejor que ahora,
(eras hermosa Guadalupe, qué te pasó de nuevo?)
y me extraño. Pintarme las uñas, reírme de mí,
mirar con ojos de luna no hinchados por lágrimas.
Y siempre batallé con alma y corazón en mal estado,
pero a las victorias cuando me cuestan, las disfruto más.
Duele batallar, pero soy como me pidió.
Optimista-valiente-fuerte-fuerte-fuerte-fuerte.
(necesito decirlo muchas veces para convencerme)
Y quisiera que estés acá para que me mires,
estoy peleando, él me ayuda, deberías haberlo conocido.
Es lo mejor que tengo, miralo, me hace felíz.
Todo lo que necesitaba, eran más ganas...
Los truenos se escuchan muy fuertes esta noche,
el cielo parece un poco enojado, contame vos. Lo está?
Y le agradezco al alcohol por haberme dejado
escuchar su risa. Por haberlo visto una-vez-más.
Ya no siento tanto miedo. 
Estar lejos no significa no estar, el cielo es el mismo en todos lados.