domingo, 24 de enero de 2010

Not aLways sunsHinE ♥

Hay personas que te hacen sentir pequeñas e insignificantes hasta un nivel humanamente imposible y te hacen doler en lugares que no sabías que existían dentro tuyo. Y no importa cuántas veces te cortes el pelo, le cambies el color, vayas al gimnasio o cuántas copas de vino te tomes con tus amigos tratando de no tener presente a esa persona, olvidar todo y salir adelante, siempre va a haber alguna noche en la que te vas a dormir repasando cada pequeño momento, cada detalle junto a esa persona y pensando en qué fue que te confundiste o equivocaste, si fue por estúpido o impulsivo para que todo terminara así... pero automáticamente queremos ser optimistas a pesar de nuestra propia decepción y desilusión, y juntamos los pedazos de nuestra alma pensando en cómo, por más que lo compartido haya sido tan pequeño, nos hizo sentir tan felices durante esos segundos.
Y nos vemos obligados a dejar atrás aquellas cosas insignificantes a las que les dimos tanto valor, que nos causaron un insomnio agradable y mirar hacia adelante con miedo pero decididos, deseando poder guardarnos aunque sea por última vez en esa noche, en esos brazos, en esa mirada que ahora nos ignora... pero no.
Siempre se puede volver a empezar... y siempre se puede estar mejor.


Villa Rivera Indarte - O3:OO a.m.
Sólo me doy cuenta de que me confundí
cuando toqué fondo. ¿De qué sirve eso?

domingo, 17 de enero de 2010


Summer lovin' had me a blast
Summer lovin', happened so fast
I met a girl crazy for me
I met a boy, cute as can be

Demasiada calma para esta guerra


Villa Rivera Indarte - 2O:15 hs.

En este momento creo lo mismo que El Principito: Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol.
Desde acá sentada, escucho las risas de un niño del otro lado de la medianera, creo que los pájaros que cantan están igual o más felices que aquel niño y una fría brisa me eriza los vellos del brazo a pesar de mi insolación. En el horizonte diviso un matiz naranja que de a poco se funde con un celeste pálido y el celeste en algunos minutos se va a transformar en azul. Todo parece perfecto, ¿no?. Pero yo estoy pensando en vos.
Ya no escucho las risas del niño, sólo se oye el canto de las chicharras y veo pasar pequeñas bandadas de pájaros. El agua de la pileta ya está quieta. El aire está demasiado cargado de paz y de calma.
Me acabo de dar cuenta de que me gusta mucho sentarme a mirar cómo se mueven, a lo lejos, las copas de los árboles... con el viento lento se mueven de forma suave. Cada pequeña cosa por insignificante que sea tiene su gran belleza...
Me aconsejaron que me olvide de vos, pero como podrás ver, evidentemente no puedo.
Ya apareció la primera estrella y cada vez siento más frío aunque me arda todo el cuerpo. Si miro para el horizonte, todo parece un cuadro hermoso y perfecto. Te siento tan lejos como esa estrella, siento demasiado orgullo como para hablarte de mis sentimientos, pero a la vez siento mucha impotencia.
Ya casi no veo, el celeste es casi azul en el cielo. Creo que me duele el corazón, pero decía la verdad aquel Principito: "Un día ví ponerse el sol cuarenta y tres veces. Y poco después agregaste: Sabes...? Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol".

domingo, 10 de enero de 2010

1O de verano del veinte cero 1O


Ya hice cosquillas a mi hermano sólo para que dejara de llorar…
ya me quemé jugando con una vela,
ya hice un globo con el chicle y se me pegó en toda la cara,
ya hablé con el espejo,
ya jugué a ser brujo.

Ya quise ser astronauta, violinista, mago, cazador, y trapecista…
ya me escondí atrás de la cortina y dejé olvidados los pies afuera,
ya corrí por el timbre del teléfono,
ya estuve bajo la ducha hasta hacerme pis.


Ya robé un beso, confundí los sentimientos, tomé un camino errado y sigo andando en lo desconocido.


Ya raspé el fondo de la olla donde se cocina la crema,
ya me corté al afeitarme muy apurado
y lloré al escuchar determinada música en el ómnibus.

Ya traté de olvidar a algunas personas y descubrí que son las más difíciles de olvidar.

Ya subí a escondidas a la azotea para agarrar estrellas,

ya subí a un árbol para robar fruta,
ya me caí por una escalera.

Ya hice juramentos eternos, escribí el muro de la escuela y lloré sentado sólo en el piso del baño por algo que me pasaba,
ya huí de mi casa para siempre y volví al instante siguiente.

Ya corrí para no dejar a alguien llorando,
ya quedé sólo en medio de mil personas sintiendo la falta de una sola.



Ya vi ponerse el sol y cambiar al rosado y al anaranjado,
ya me tiré a la piscina y no quise salir más,
ya tomé whisky hasta sentir mis labios dormidos,
ya miré la ciudad desde arriba y ni aún así encontré mi lugar.

Ya sentí miedo de la oscuridad,
ya temblé por los nervios,
ya casi morí de amor y renací nuevamente para ver la sonrisa de alguien especial,
ya desperté en medio de la noche y sentí miedo de levantarme.


Ya aposté a correr descalzo por la calle, grité de felicidad, robé rosas en un enorme jardín,
ya me enamoré y creí que era para siempre, pero era un "para siempre" por la mitad.

Ya me acosté en el pasto hasta la madrugada y vi cambiar la luna por el sol,
ya lloré por ver amigos partir y luego descubrí que llegaron otros nuevos
y que la vida es un ir y venir permanente.

¡Fueron tantas cosas que hice, tantos momentos
fotografiados por la lente de la emoción
y guardados en ese baúl llamado corazón!

Ahora un formulario me pregunta, me grita desde el papel: ¿Cuál es su experiencia?
Esa pregunta hizo eco en mi cerebro: experiencia... experiencia...

¿Será que cultivar sonrisas es experiencia?
No, tal vez ellos no saben todavía ver los sueños.


Ahora me gustaría preguntarle al que redactó el formulario:
¿Experiencia? ¿Quién la tiene si a cada momento todo se renueva?

martes, 5 de enero de 2010

Escucho la lluvia caer y me pregunto... si es tan poco tiempo, ¿Por qué pensás tanto en él? (la verdad es que siento un poco de miedo). Nunca me va a ver como quiero... sin siquiera intentar debería considerar la opción de abandonar (pensá por mí que yo ya estoy cansada de pensar).
Si supiera cómo explicar lo que pasó por mi cabeza esa vez que lo ví... ¡Era dueño de una gran sonrisa, dos ojos hipnotizantes y una forma muy despreocupada de vivir! Así es, pero explicame: ¿Por qué? (no sé qué decir, sólo escucho la lluvia caer).
Quiero decirlo todo pero a la vez no quiero decir nada. ¿Debería? (¿Sirve de algo un debate conmigo misma?) No Guadalupe, no deberías. Pero podrías intentar alguna vez expresarte sin miedo (acercate vos que yo acá me quedo, si me acerco yo tengo miedo de que te vayas lejos).
¡Animate mujer! ¿Qué podés perder? ¡Já! Pequeño detalle, puedo perder otra vez el corazón (lamentablemente sólo eso soy, una chica que necesita demostrar amor, entendelo).
Para mí, que soporté tantas quebraduras de corazón, costuras y descocidas de sus retazos es fácil decirlo... pero, ¿Qué pasa cuando pienso justo en él más de lo debido? No pasa nada, va a ser mejor que no te acuerdes tanto de él, pensá que sólo es el amigo de tu amigo (pero me gusta pensar en que me guste así, me gusta que me gusten sus defectos, su gran sonrisa y su forma despreocupada de vivir). Entiendo por qué me gusta, es un tanto diferente (yo diría que es distinto al resto de la gente) ¿Diferente? Es igual a cualquier otro... pero hay algo en mí que desea verlo así (decidí que fuera diferente desde esa vez que lo ví). Pero Guadalupe, ¿Qué ganás con que te guste su sonrisa, sus defectos, que decidas verlo distinto y su forma de vivir? ¡Si por lo que veo nunca se va a enterar! - Nada, no gano nada. Es verdad, sin siquiera intentar estoy decidiendo que es mejor abandonar. Mejor dejo de pensar en él... mejor sigo escuchando la lluvia caer (decíselo por mí que yo ya estoy cansada de pensar). ¡Cobarde!.